En la cultura
Maya, el jaguar era denominado Balam o Chac y era símbolo
de poder. La gente que utilizaba vestimenta de jaguar poseía autoridad en la
sociedad, por lo general representada en los códices. El Dios del Sol se
transformaba en jaguar para poder viajar durante la noche por el mundo de los
muertos. La piel moteada de este bello felino, representa las estrellas.
Así también identifican al jaguar con el número nueve, simbólico número de los
sitios del inframundo. El dios felino es así “Señor de lo de abajo”. Es también
la tierra que, con sus fauces abiertas, devora al sol entre las extenuadas
luces del crepúsculo.
Para los mayas extender una piel de jaguar es como extender el cielo de una
noche constelada. El tigre o jaguar que ha jugado un papel sumamente
preponderante en muchas culturas tradicionales de Chiapas, es uno de los
personajes principales en las danzas de varios grupos étnicos; como la del
Gigante, o Danza del Calalá, que se lleva a cabo en el municipio de Suchiapa,
el jueves de Corpus Christi.
